José Ciré (o Siré) y Segura fue un Presbítero español que residió en Chile los últimos veinticinco años de su vida. Nació en Castellvell, localidad de Reus en la provincia de Cataluña, hijo de Don Andrés Ciré y Doña Ana María Segura. El 12 de Agosto de 1851 fue nombrado cura y vicario de Coltauco, de donde se le trasladó a la parroquia de Curicó en 1855. En julio de 1856, habiendo pasado a la diócesis de Concepción, fue nombrado cura de Talcahuano. En Noviembre de 1857 dejó esta parroquia por renuncia. En 1861 fue nombrado primer cura de la recién creada parroquia de Loncomilla. Por 1865 regresó al arzobispado de Santiago y residió en Curicó, ejerciendo libremente su ministerio, hasta su fallecimiento en el 28 de agosto 1875 en esta última ciudad.

El Fray José Ciré era un religioso franciscano que arribo a Chile el 1 de agosto de 1837 desde Italia con el grupo del Fray José Alfonso Vernet para los colegios de Propaganda Fide. El 4 de octubre del mismo año lo destinan al Colegio de Chillan, al que llega el 22 de noviembre, después de casi dos meses de viaje. Su mayor aspiración era la de evangelizar, la cual logra después de reiteradas solicitudes a sus superiores, y el 22 de mayo 1844 sale del Colegio de Chillan rumbo a la misión de Arauco en la que estuvo sirviendo alrededor de 5 años. Su salida se debió a la penosa situación estructural que acaecía en la misión y que no permitía desempeñar sus labores evangelizadoras bajo esas circunstancias.

Después de abandonar la misión de Arauco comienza a pensar en su regreso a su madre patria, para estar junto a su familia en la localidad de Reus, la que realiza el año 1850. La realidad española lo sumió en una profunda insatisfacción por lo que decide regresar a Chile, llegando a este país en mayo del año 1851. En agosto del mismo año es nombrado Cura y Vicario de la Parroquia de Coltauco. Luego de algunas decisiones poco afortunadas, retiro parcial en Santiago, vuelve por poco tiempo al curato de Coltauco, para ser trasladado posteriormente a la parroquia de Curicó en 1855.

Durante el retiro parcial a Santiago, el año 1854 se nombró cura de Coltauco al Sacerdote Francés Juan Julian Bobard, quien apoyo en las labores sacerdotales mientras se retiró Ciré a Santiago. Y que, posteriormente fue Teniente Cura de Valparaíso entre los años 1856 y 1860.

En sus últimos días de vida, el Fray Ciré, estipula lo necesario para traspasar sus bienes a favor del Hospital de mujeres de Curicó; de no haberlo, entonces el de hombre, y en el caso de no existir ninguno de los dos, de alguna institución de caridad. Lo restante a sus hermanas en Reus (España), Josefa Ciré de Clariana y Rosa Ciré de Salas o a las hijas de estas, y si no existiesen, toda la donación debería pasar a los pobres de su pueblo natal Castellvell.